Esta vivienda, de finales del S.XIX, se caracteriza por su estructura en piedra y su planta rectangular distribuida en tres alturas.
La sencillez es la clave de este proyecto, de acuerdo con el cliente decidimos aprovechar al máximo la luz natural dejando todos los espacios diáfanos, y a su vez potenciarla dando todo el protagonismo al blanco absoluto en todas las estancias.
La piedra y la madera son el complemento de la sencillez, que en su color original, o pintadas de blanco son los únicos materiales que destacan sobre el fondo.
La iluminación artificial se resuelve desde fosos ocultos en el trasdosado de las paredes, dejando las vigas del techo libres de cableado y aportando una iluminación cuidada y delicada.
Santander
156m2
2013